Tomando como base el espíritu de carreras del mítico Ford GT40, el GT90 comenzó con una estructura de carrocería monoplaza de aluminio reforzado y suspensiones totalmente independientes. Esconde bajo su agresiva y ultra modernista carrocería, un poderoso V12 de seis litros de cilindrada y nada menos que 720 HP (caballos de fuerza) situado en posición central. Los 100 km/h los alcanza en tan solo 3.1 segundos (según cifras oficiales) y supera la barrera de los 320 km/h.
Su carrocería, realizada en fibra de vidrio y fibra de carbono une la resistencia con la ligereza; fue moldeada, según Ford, con las mas avanzadas técnicas de diseño asistidas por computadora, y sus lineas fueron creadas para envolver justamente los componentes mecánicos con un mínimo derroche de espacio. La cabina esta cubierta por una burbuja de cristal laminado que se extiende sobre una estructura de costillas de acero, y el interior esta recubierto de piel azul, color que combina óptimamente con lo negro de la fibra de carbono que recubre la estructura del techo, la consola central y el espejo retrovisor.
Su carrocería, realizada en fibra de vidrio y fibra de carbono une la resistencia con la ligereza; fue moldeada, según Ford, con las mas avanzadas técnicas de diseño asistidas por computadora, y sus lineas fueron creadas para envolver justamente los componentes mecánicos con un mínimo derroche de espacio. La cabina esta cubierta por una burbuja de cristal laminado que se extiende sobre una estructura de costillas de acero, y el interior esta recubierto de piel azul, color que combina óptimamente con lo negro de la fibra de carbono que recubre la estructura del techo, la consola central y el espejo retrovisor.
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